Las disparidades entre los estados en materia de infraestructura educativa, serán un aspecto relevante para distribuir los recursos del programa considerando que los servicios básicos y la disponibilidad de infraestructura son indispensables para un retorno seguro a las aulas.
A nivel nacional las escuelas de educación básica atienden en más de 197 mil planteles educativos al 86.45% de la matricula escolar, que se traduce en más de 22 millones de alumnos (SEP,2021)
La proporción de escuelas con sanitarios independientes pasó de 85.7% en el periodo 2018-2019 a 82.66% para el periodo 2019-2020. Las entidades mas avanzadas en este indicador son: Baja California Sur, Coahuila, Michoacán, Morelos, Nuevo León, Sonora, Tamaulipas y Tlaxcala que alcanzan una cobertura por arriba del 90% . Los retos mas significativos los presentan Oaxaca y Chiapas que alcanzan porcentajes promedio del 41% y 61% respectivamente en planteles de primaria y secundaria.
Una de las medidas de mayor importancia para prevenir la enfermedad, es el lavado recurrente de manos, sin embargo, para el ciclo escolar 2019-2020 solamente se obtuvo un incremento del 1.63% en la dotación de esta infraestructura respecto al ciclo escolar anterior, con lo que se alcanzó una cobertura a nivel nacional del 68.38%. Cabe señalar que el rezago más significativo se da en los planteles de educación primaria, que justamente concentran la mayor proporción de alumnos de educación básica y que únicamente alcanzan el 66.91% de cobertura.
El porcentaje de planteles que cuenta con conexión a la red pública de agua potable es del 73% en primarias y secundarias a nivel nacional. Existen brechas inmensas entre las entidades federativas, por un lado estados como Baja California Norte y Sur, Morelos, Quintana Roo y Sonora alcanzan coberturas superiores al 90%, mientras que Veracruz, Tabasco, Oaxaca y Guerrero apenas alcanzan coberturas entre el 50 y 60%. Sin duda, la entidad más rezagada es Chiapas, que apenas alcanza coberturas del 39.18% en primarias y 42.42% en secundarias.
Considerando que los estudiantes no asisten a la escuela, los recursos de los componentes de alimentación y jornada extendida pueden coadyuvar para dotar de infraestructura los planteles educativos, especialmente los de estados que muestran rezagos significativos como Chiapas y Oaxaca, lo que permitiría reducir la brecha de desigualdad que genera la enfermedad y la falta de acceso a servicios básicos.
Si deseas conocer los tabulados de agua potable, sanitarios y lavamanos, puedes consultarlos en: http://agenda2030.mx/#/home.